Cuando algo muere, algo nace... asi funciona este ciclo inevitable: El colectivo es eterno; el individuo, mortal.

domingo, 17 de julio de 2011

Reflexión


La vida es sin duda complicada.

¿Porque? No lo sé, yo no inventé esto, no pedí nacer, fui sencillamente arrastrado hacia algo sin sentido alguno salvo el que nuestras propias ambiciones nos dan. En efecto, la vida es un absoluto sinsentido... es una bonita ilusión.

Todo es tan relativo... a veces no sé ni siquiera si mañana se me cruzarán los cables y mandaré todo al quinto monte, ¿qué mas da?. La gente... piensa en los demás, te dicen. ¿Los demás? El más inteligente de todos ellos será el más egoísta. Ni siquiera sé porque entrego mi vida a algunas personas, mi valioso tiempo, tiempo que podría emplear en mi propio crecimiento personal y energético.

¿Acaso tan difícil le resulta a la gente captar que cuando me siento solo sobre la arena, en posición de meditación, no necesito a nadie que perturbe mis pensamientos? En su lugar algunos comentan que si me pasa algo en la cabeza, que si estoy bien de ahí arriba... ¿quién sabe? todos estamos un poco locos ¿no?.

Diré más, las personas completamente cuerdas me dan bastante lástima. Pobres, se pierden todo un mundo de desvaríos, creen que lo suyo es lo normal. Vuestras normalidades me dan arcadas. Prefiero tener el don de delirar, porque de esas locuras pasajeras surgen los sueños, las ideas... un día alguien cometió la locura de soñar con un mundo mejor, y una humanidad más perfecta. Hoy sus ideas son la normalidad.

Así, comentan que estoy loco. Es curioso, yo no tengo la culpa de que sean tan pobres de espíritu. No comprenden que una persona sentada sobre la arena con la mirada perdida en el horizonte puede estar experimentando unos pensamientos tan profundos que les ahogarían. Personas pobres de espíritu, ¿que esperamos de gente tan atada a lo terrenal?.


A los 6 años me plantee temas como la muerte. Lo recuerdo perfectamente, fue una semana de Septiembre, del año 1995. Mi padre tenía un canario, cantaba alegremente, y recuerdo como nos despertaba cada mañana con su trino. Hasta aquella semana, en la que no cantó. Pregunté a mis padres que había pasado con el animal. Me dijeron que se había muerto.

¿Donde esta? ¿Volverá?. Preguntas que surgen a cualquier niño. No, no volverá, ha ido a un lugar mejor. ¿Cómo es ese lugar mejor? ¿Donde está? ¿Nosotros también iremos algún día? Mi padre me respondió que no dijese tonterías.

Guardé silencio, pero mi pequeña cabecita empezó a adentrarse en un mundo muy complejo. El eje de la vida en realidad, pese a quien pese, no deja de ser la muerte como contraparte. Si aquel lugar era mejor, ¿porque mi padre respondió así ante la inocente idea de ir?.

No debía ser tan bueno. ¿Sabes? cambiaría todos los orgasmos sexuales de mi vida, todos los placeres terrenales que tanto he disfrutado, por una simple respuesta, por la posibilidad de experimentar eso que llaman muerte, y adquirir el conocimiento de qué se siente. Pero eso si, conservando mi existencia. Es el más prohibido de los secretos de la humanidad, el saber negado a la máquina más perfecta de la naturaleza, el sentido de la vida.

La pregunta sin respuesta. Todos hablan de la muerte, sin saber. Es algo en lo que somos ignorantes absolutos, el ser humano necesita conocer para evitar, así es como siempre hemos funcionado. Lo que yo me planteo es, cuando conozcamos la respuesta a esa incógnita, si llegamos a hacerlo, ¿querremos evitarla? quizá descubramos sorprendidos que el éxtasis que experimenta un ser vivo al morir es el placer más oscuro, a fin de cuentas es la liberación de la vida, un sinsentido...


Le doy mucha importancia por ello a la intromisión. La soledad es importante, el contacto prolongado con personas llega a agobiarme, sean quienes sean. ¿Porque estás sólo aquí? ¡Vamos con los demás!. A veces, cedo por no parecer raro, simplemente por guardar las apariencias, pero lo cierto es que rara vez obtengo compensación con ello.

Piénselo el lector... ¿cómo vas a conocer a los demás si ni siquiera te conoces a ti mismo?. Es una paradoja similar a los océanos y el espacio. El ser humano siempre tan estúpido, comienza ideas y las deja sin acabar, ¿ni siquiera conoces tu mundo y ya te lanzas al espacio?

Medito con frecuencia con el único ánimo de conocerme a mi mismo, para así conocer a los demás. "Si sabes anticiparte al pensamiento humano, las intenciones y reacciones de los demás pasan de estar ocultas a ser perfectamente predecibles".

A fin de cuentas, también eres humano, ¿no?.
Que te hace pensar que otro ser humano no reaccionará como tu al mismo estímulo...

Las personas poco reflexivas, ancladas a lo material, débiles de espíritu... son mis preferidas. Sencillas de manipular, si sabes emplear las palabras adecuadas te confiarán su alma. Si, justamente las personas "normales". Aunque confieso que cuando son seres queridos, se vuelven un auténtico estorbo...


Pero que te voy a contar, estoy como una cabra ¿no?. Claro, claro, obviamente tengo poco que aportar a alguien tan cabal como tu. Seguramente te cansaste de leer a la mitad.

Aunque te diré algo: La vida es demasiado corta como para malgastarla quedando bien.
Sé tu mism@.
Te irá mejor, créeme. Aunque también te convertirás en otro loco...

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